Burmés, el saltarín de Birmania - Mascotísimos

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Burmés, el saltarín de Birmania

 Burmés acostado en alfombra

Origen del burmés


El burmés se trata de una raza que se caracteriza por ser un ágil saltador y un preciso cazador, este juguetón y sociable gato se ha hecho considerablemente popular en los últimos años. A pesar del parecido con el sagrado de Birmania no se les debe confundir, son dos razas que provienen del mismo sitio pero completamente diferentes.


Parece ser que la actual raza fue creada conscientemente, al contrario de muchas razas que han aparecido de forma natural, la creación de la raza burmés se le atribuye al doctor Thompson. En un principio el gato burmés (no el actual, sino un tipo de gato un tanto diferente, sin evolucionar) apareció en Birmania (la actual Myanmar), habitaba en los templos de monjes, entorno a 1930 el doctor Thompson se trajo un ejemplar consigo a su país, los Estados Unidos.


Mezcló la gata que se había traído con un ejemplar de gato siamés de color marrón oscuro, el resultado fue la actual raza de burmés, su reconocimiento como raza se produjo unos años después, entorno a 1936.


Llego a Europa en los años 40, poco a poco se ha ido introduciendo hasta hacerse un gato bastante común en gran variedad de países europeos.



Características principales del burmés


Características físicas


Esta raza presenta dos variantes, el burmés americano y el burmés europeo, la principal diferencia es que el americano tiende a ser más grande y más pesado. El tamaño del burmés es mediano, o incluso se puede considerar pequeño (para la variante europea), es una raza bastante liviana, pesan entorno a 5 kilos los machos y 3 kilos las hembras, este peso les permite ser unos saltarines muy ágiles.


Todos los elementos de su cuerpo están bien proporcionados y equilibrados, la cabeza es redondeada con ojos grandes y redondos, las orejas son pequeñas y también redondeadas en la punta, el hocico es bastante corto, no sobresale tanto como en otras razas.


La complexión del cuerpo es bastante fuerte, al tener el pelo corto se le notan más los músculos del cuerpo y sobretodo de sus potentes patas.


En cuanto a la esperanza de vida, se sitúa más o menos en la media de un gato domesticado, normalmente acostumbran a vivir unos 12 o 13 años.



¿Cómo es el pelaje del burmés?


El pelaje del burmés es muy corto y fino, en algunas tonalidades se ve muy brillante cuando les da la luz, otra característica muy llamativa es que el pelo del lomo es siempre más oscuro que el del vientre. 


El color más habitual en el pelaje de esta raza es el sable (marrón oscuro), pero existen gran variedad de colores, como el chocolate, azul, lila, rojo y champán, entre otros, también pueden tener distintos colores a lo largo de su cuerpo, como los que son atigrados o los que tienen “manchas” de colores diferentes al de base.


Burmés de pelo marrón brillante



Comportamiento del burmés


En general el comportamiento es muy bueno, suelen ser cariñosos aunque tienen cierto temperamento si les molestas, es muy afecto con su dueño, al cuál buscará por toda la casa para que le acaricie y juegue con él, esta actitud tan afectuosa demuestra que necesitan mucha atención, tienen que jugar e interactuar.


Como el comportamiento es bastante bueno pueden jugar con otros animales e incluso con niños, no debería haber ningún riesgo. Aunque siempre es recomendable que ante presencia de niños pequeños se vigile la situación.


Una particularidad de la raza es que el burmés acostumbra a maullar bastante, busca comunicarse con los demás, hay muchas situaciones en las que maullará, como por ejemplo cuando quiera jugar, cuando quiera que le abras una puerta o cuando te vea llegar a casa.


Antes se ha destacado su gran agilidad, debemos tener cuidado de que no se escape, al ser unos perfectos saltarines junto con su gran inteligencia puede irse por alguna ventana o algún recoveco que dé al exterior.



¿El burmés es compatible con un hogar?


Sí, es completamente compatible con un hogar. El burmés goza de una buena conducta y como veremos más adelante no requiere de cuidados demasiado complejos, por lo que incluso un cuidador novato los puede llevar a cabo.


El inconveniente principal es que hay que ser cuidadoso de que no se escape, recordemos que son muy inteligentes y tremendamente ágiles, ni el mejor ninja sería tan espabilado como el burmés. Si tenemos en cuenta esto no debería de haber ningún problema al acoger este bonito gato en casa.


Burmés de pelo marrón acostado



Salud y cuidados del burmés


Salud


El burmés es una raza con buena salud, apenas se encuentran enfermedades que causen mayor incidencia en la raza, entre estas pocas se encuentra la diabetes mellitus, se debe a concentraciones de glucosa en sangre, normalmente provoca una mayor necesidad de comer y beber, y pérdida de peso.


Otra patología algo más común en esta raza respecto de otras es la polimiopatía hipopotasémica, provoca una debilidad en los músculos principalmente a causa de la falta de potasio, una manera de ayudar al animal es dándole complementos (recomendados por un experto) que le aporten las dosis de potasio que necesita.


Existe otra enfermedad con incidencia en la raza, la gangliosidosis, es una patología que provoca alteraciones en el sistema nervioso, principalmente se desarrolla por falta de enzimas que facilitan el metabolismo de algunos lípidos.



Cuidados



Como ocurre con cualquier gato, el burmés necesita una alimentación equilibrada y en su justa cantidad, particularmente esta raza requerirá de una alimentación que le aporte energía debido a la cantidad de actividad física que realiza, es bueno que se le dé pienso de calidad con una buena base de carne o pescado.


La hidratación también es importante, más aún en épocas calurosas, debe tener a su disposición agua fresca y limpia, en esta raza cobra más importancia porque el burmés es bastante inquieto por lo que necesita hidratarse de forma constante.


El aseo es algo que los gatos acostumbran a hacer por sí mismos, se suelen lamer para limpiarse y quitar pelo, ya que disponen de una lengua muy distinta a la de otras especies. Para el burmés se requerirá de un cepillado muy ocasional, con una vez por semana debería ser más que suficiente.


Por último, se suele recomendar acudir al veterinario cada 6 meses para hacerle un chequeo, principalmente para prevenir a tiempo las enfermedades que se explicaron en el apartado anterior, son difíciles de ver a ojos inexpertos, la diabetes mellitus, la polimiopatía hipopotasémica y la gangliosidosis no son enfermedades que se puedan apreciar fácilmente, no es como detectar una infección externa o una cojera.


En definitiva, esta fantástica raza es perfecta para todo aquel que le pueda dedicar tiempo (socializar y jugar con él) y no tiene demasiada experiencia con gatos (cuidados muy básicos).


Burmés de pelo claro


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